Qué dice la OMS
Los entornos no solo se definen por ser las localizaciones para la Promoción de la Salud, sino también por ser entidades sociales o sistemas que cambian y pueden promover su salud. Se tiene en cuenta la influencia en el entorno y en la creación de sus problemas de salud derivados de la relación entre el ambiente social y los factores personales. Al ser un sistema social, el objetivo de la intervención en un escenario no son solo las personas sino también las estructuras y patrones sociales que lo conforman. Tal y como afirman varios informes (Dennis, 2000; Shinko, Takehito, Keiko & Masafumi, 2001; Trevor, 2001), la aproximación por entornos puede considerarse que ha demostrado su capacidad de:
- movilizar apoyo político e introducir temas de salud en la agenda política
- crear cauces de participación y modelos de empoderamiento
- desarrollar redes muy amplias (literalmente mundiales) de colaboración, innovación e intercambio de experiencias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha impulsado programas basados en entornos saludables. El primero de ellos ha sido el de Ciudades Saludables, posteriormente Escuelas Promotoras de Salud, Hospitales Promotores de Salud y Prisiones Saludables, dejando la puerta abierta a nuevas iniciativas más originales y menos obvias como supermercados saludables, peluquerías promotoras de salud o cualquier otra.
Promoción de la Salud en el lugar de Trabajo (PST)
La primera iniciativa de la PST partió de la Fundación Europea para las Condiciones de Vida y de Trabajo, en 1989, con un programa que estableció equipos de investigación en siete estados miembros.
En España fue coordinado por Salvador Moncada desde el Instituto Municipal de la Salud de Barcelona. Se recogieron experiencias existentes en forma de casos y documentos con el objetivo de establecer el marco de actuación para la Promoción de la Salud en el lugar de trabajo, difundir los modelos de buena práctica existentes y promocionar la formación en estos temas.
No existía en aquel momento una legislación que diera cobertura a la Promoción de la Salud en el lugar de trabajo, que se ha desarrollado a partir de la Directiva Marco en Seguridad y Salud de la Unión Europea, traspuesta a la legislación española en la Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales. Con ella se posibilita la reorientación del ejercicio tradicional de la seguridad en el trabajo hacia la inclusión de actuaciones más relacionadas con la salud de las personas que trabajan, en la línea de conseguir el objetivo de «Gente sana en empresas sanas».
En 1995 la Unión Europea adoptó un programa de Acción en Promoción de la Salud, Información y Formación en el Campo de la Salud Pública, en el que se incluye el establecimiento, en 1996, de una Red Europea para la Promoción de la Salud en el Lugar de Trabajo. La Oficina Nacional de Contacto (ONC) para España se encuentra en el Centro Nacional de Condiciones de Trabajo.
Según Breucker y Schröer (2000), el éxito de la Promoción de la Salud en el Trabajo se refleja en los siguientes indicios:
- Reduce la carga de las enfermedades y apoya las prácticas relacionadas con la salud de los trabajadores.
- Es un elemento fundamental para los puestos de trabajo y el diseño organizativo promotor de la salud.
- Contribuye a la creación de capital social al fortalecer a la persona a título individual y los recursos organizativos que conducen a la salud.
- Reduce el absentismo relacionado con la enfermedad y aumenta la productividad y la competitividad.
- Incide en diversos campos de la política. En particular, la PST es un componente de la política económica e industrial moderna.
Los programas de PST reconocen el efecto combinado de los factores personales, ambientales, organizacionales, comunitarios, sociales e informativos sobre el bienestar del trabajador. Utilizando como marco de referencia la Carta de Ottawa (OMS, 1986), la OMS adaptó sus principios al contexto del trabajo, dentro de la iniciativa Lugar de Trabajo Saludable. Las intervenciones correspondientes a la PST para el ambiente de trabajo pueden incluir las siguientes áreas, entre otras:
- Construir políticas públicas de trabajo saludable para todos los sectores de la vida productiva internacional, nacional y local (expedición de normas, reglamentos, planes y programas).
- Crear ambientes favorables en el sitio de trabajo.
- Fortalecimiento de la organización y participación de la comunidad trabajadora y general (acción comunitaria a nivel intersectorial, en materia de condiciones del ambiente general, de trabajo, de vivienda, de educación y de vida, entre otros).
- Desarrollo de habilidades y responsabilidades personales y colectivas, relacionadas con la gestión de la salud, la seguridad, el autocuidado y el desarrollo personal de los trabajadores, sus organizaciones y las comunidades a su alrededor para proteger y mejorar la salud.