El estanque en el valle
¿Puedes aprender a ser abierto y receptivo, callado y sin deseos ni necesidad de hacer algo?.
Ser abierto y receptivo se llama Yin, lo femenino, o el valle.
Imagina que hay un estanque en el valle. Cuando no hay temores ni deseos que agiten su superficie, el agua forma un espejo perfecto. En este espejo puedes ver la imagen de Tao. Puedes ver a Dios y puedes ver la Creación.
Entra en el valle, quedate quieto y mira el estanque. Entra cuantas veces quieras. Tu silencio crecerá. El estanque nunca se secará.
El valle, el estanque y Tao están dentro de ti.